A pesar de que la saga X-Men estaba funcionando como un tiro, en Fox tenían miedo de introducir a un mutante en particular, un mito de los cómics Marvel capaz de romper la cuarta pared y de hacer bromas constantes. Me refiero, claro, al Mercenario Bocazas, más conocido ahora por todos como Deadpool. Sin embargo, en su primera aparición, en Ryan Reynolds, como sabemos, acabó haciéndole justicia. Menos mal.

Shake it off, Deadpool 556c4g
Cuentan los que han trabajado con él que Reynolds es una fuerza creativa increíble y que es muy amigo de sus amigos. Por ejemplo, de la cantante Deadpool 2. Espera, ¿qué?
Como lo escucháis: en una escena, Wade Wilson aparece vistiendo una camiseta en la que podemos leer Olivia & Meredith, best friends furrrrever (Olivia y Meredith, mejores amigas purrrrr-a siempre). ¿Y quiénes son Olivia y Meredith? Pues, efectivamente, las gatas de Swift. A cambio, la cantante no dudó en poner a la hija de la pareja en su canción Gorgeus. Y yo conformándome con que mis amigos traigan refresco si vienen a merendar a casa.

A día de hoy, los tres siguen siendo muy amigos, se felicitan en los discursos de agradecimiento, van juntos a pedir caramelos en Halloween y Swift es incluso la madrina de sus hijos. Si alguna vez te habías preguntado por qué esos gatos, ahora lo sabes: forman parte de una de las historias de amistad más bonitas de todo Hollywood. Miauy bonita.